Un día cualquiera en un hogar cualquiera. Horario infantil. Un presentador muy conocido de una cadena de televisión, de la mano de una famosa habitual de las revistas del corazón, transmiten el siguiente mensaje: los ganadores están en un sitio privilegiado, y para ganarlo todo, lo mejor es jugar al bingo “on line”. Dinero fácil y rápido. Hay infinidad de fotos de supuestos ganadores de ese juego en una altísima pared. La mujer famosa aparece posando como una estatua: Moraleja: los ganadores, se merecen un pedestal.

Poco después, igualmente en horario infantil, un deportista, ídolo de masas, considerado como uno de los mejores jugadores de futbol de todos los tiempos, protagoniza la campaña publicitaria de una sala de póquer por internet. Este anuncio fue insertado 1.230 veces, sólo en el periodo comprendido entre EL 10 DE Noviembre y el 10 de Diciembre de 2016.

Un adolescente tiene abierto el ordenador mientras hace las tareas para el instituto. En poco tiempo, varias veces se ha activado la publicidad. En uno de ellos, un tenista numero 1 en WTA camina jugando un juego “on line, seguido de un grupo de personas que lo miran complacidos y muy sonrientes. El mensaje subliminal es “tienes que hacer lo mismo que él y triunfarás”.

En 2017, se emitieron más de 2,7 millones de anuncios de juego online en todos los soportes, según la consultora InfoAdex,

Algunas de estas campañas, ni que decir tiene, han resultado de las que más impacto han causado, y por supuesto, han conseguido un gran éxito, que no es otro que aumente el número de jugadores “on line”. Su mensaje es simple:

ENTRA, JUEGA Y GANA. El concepto “perder” no existe.

La participación de famosos que prestan su imagen para publicitar dichos juegos, hacen que sean percibidos especialmente por los más jóvenes como un modo fácil y rápido de conseguir todo aquello que representan estos personajes: éxito, fama, dinero, relevancia, poder y trascendencia.

Llega la Navidad. Varias veces al día, en momentos estratégicos elegidos cuidadosamente para acaparar grandes audiencias, nos bombardean con unas cuidadísimas y estéticas campañas publicitarias que paradójicamente ensalzan valores como la familia, la amistad y el amor, pero que van destinadas a sembrar el mensaje de que la lotería puede acabar con todo tipo de problemas. Exactamente igual sucede, con otros juegos en fechas especiales del año: Día de la Madree. Día del Padre, 11 de Noviembre…etc.

La habitualidad de estos mensajes, absolutamente normalizados en nuestro día a día, trasmiten que son los juegos de azar lo que hacen que se consiga el éxito, disociando este concepto de valor personal, esfuerzo, dedicación…etc. Esta perspectiva irreal, se convierte en un filón publicitario imparable para los juegos de azar, y muy especialmente, para los juegos “on line”, con lo que cada vez son más los menores que acceden a ellos, generándose los problemas adictivos en un espacio mucho más corto de tiempo, pues según remarcan los terapeutas la adicción en el ámbito presencial se desarrolla «en una media de unos cuatro años, el doble de tiempo» del que representa el periodo habitual en el mundo digital.

Según el informe de percepción del juego de la Universidad Carlos III, alrededor de 230.000 personas menores de 35 presentan un “alto riesgo” de adicción en España, y los jóvenes se inician cada vez antes a esta actividad.

A todo lo anterior, debe unirse el vacío legal de la publicidad agresiva y constante de los juegos “on line” disponible en todos los soportes digitales, en una población donde prácticamente el 100% de los mayores de catorce años, dispone de un terminal de teléfono móvil que le permite el acceso indiscriminado a todos ellos y el comienzo de los patrones adictivos.

Al igual que desde las Asociaciones de Ayuda Mutua venimos clamando por una Ley del Alcohol que proteja a los más jovenes, debemos igualmente pedir una Ley que regule los Juegos de Azar, para proteger a los menores y prevenir la ludopatía. El Estado, que según los artículos 39 y 43 de la Constitución garantiza la salud, integridad y protección social de los ciudadanos, debe arbitrar el marco legal para ello, cuestión muy espinosa habida cuenta que los juegos de azar suponen una fuente de ingresos para el tesoro público.

El 29 de octubre es el DÍA MUNDIAL SIN JUEGOS DE AZAR, fecha para concienciar que la adicción al juego puede llegar a ser una enfermedad adictiva, que puede llevar a gravísimas consecuencias tanto para la salud como para todos los aspectos de la vida del ludópata: familiar, social, laboral y económica. Por ello es un día idóneo para la esperanza, fomentando la prevención de la adicción y recordando a quienes la padecen, que hay salida. Médicos y psicólogos pueden ayudarles, así como las Asociaciones de Auto Ayuda, donde podrán compartir experiencias y vivencias con otros enfermos que están en rehabilitación.

 

EL FUTURO NO PUEDE NI DEBE APOSTARSE A LOS JUEGOS DE AZAR.