La Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España, CAARFE, celebra su VI Encuentro de Mujeres Adictas en Rehabilitación en un formato híbrido que reúne en As Pontes a unas 60 personas, además de un centenar de forma online.

Ángel Jiménez, presidente de la confederación, celebra poder volverse a reunir en persona: “Ha sido un año complicado y todo un reto que las asociaciones de CAARFE han tenido que afrontar para poder seguir con la atención y la ayuda mutua que prestamos. Las asociaciones de toda España han sabido adaptarse a la situación convirtiendo las terapias de grupo en terapias online para poder ayudar en el mantenimiento de la abstinencia. El Encuentro de Mujeres es una vuelta a la normalidad, que esperamos que pueda ser total para octubre en la Convención Nacional”.

El evento va a tratar en esta edición temas de gran interés para gallegos y gente de todos los rincones de la península, como la desigualdad y discriminación territorial. Verónica Marcos Arrojo, Presidenta FADEMUR GALICIA (Mujeres rurales) es la encargada de hablar de las dificultades y necesidades de las mujeres en el ámbito rural: “Las condiciones de vida o el acceso a los recursos sanitarios hacen que las mujeres tengan dificultades para ponerse en tratamiento cuando han desarrollado una adicción”, explica.

Pero es que además, la soledad y el abandono que se vive en estos entornos son factores de riesgo para la aparición de la adicción: “Principalmente encontramos muchos problemas de alcoholismo. Es difícil desarrollar, por ejemplo, una adicción a las tecnologías proque muchas veces no hay internet o el conocimiento de su uso y manejo es limitado. Tampoco se tiene tanto acceso a, por ejemplo, casas de apuestas, por eso predomina más el consumo de alcohol, que está muy asociado a querer paliar la soledad”.

Hay otras dificultades añadidas. La convivencia inter generacional en ocasiones complica el día a día, el abandono de los pueblos, los limitados espacios de relación o la falta de ocio, son algunos de los factores de riesgo hacia el consumo. La vida rural y el que todos los vecinos se conozcan y creen una comunidad, también hace que aparezca con mayor presencia el estigma y el miedo al ‘qué dirán’. Esta es una barrera enorme de acceso al tratamiento. Al problema de ser una persona con adicción y además mujer, se suma el juicio de la comunidad cercana. Esto hace que el problema, muchas veces se esconda.

Sin embargo, no todo es negativo, como argumenta la presidenta de FADEMUR: “En las comunidades que habitan estas zonas rurales y pueblos hay mucha solidaridad. Los vecinos y vecinas se ayudan mucho para temas como el transporte. También se da mucho emprendimiento profesional femenino con muchos años de recorrido y éxito. Esto entre las mujeres jóvenes”. Se conoce poco la situación de prevalencia de adicciones en los pueblos, y poco también disgregado por género: “En cualquier estudio debería tenerse en cuenta el grado de urbanización y tener en cuenta a las zonas rurales. Esto nos facilitaría conocer la situación real y el riesgo y poder poner solución a este y otros problemas, de hombres y mujeres en el entorno rural”.

Pili Leal Vázquez, Vicepresidenta segunda de CAARFE, anima a todas las mujeres a seguir luchando: “que la pandemia no sea un retroceso en la visibilidad y el avance de la adicciones en la mujer, habíamos conseguido mucho y hay que seguir. No nos podemos quedar atrapadas en el confinamiento, porque eso fue/es COVID, pero la vida no es/será así”.

El encuentro que va a tener lugar el próximo viernes y sábado tratará otros temas como: psicofarmacología y emociones, trastorno del espectro alcohólico fetal, reconstrucción de las relaciones familiares tras la adicción y consecuencias psicosociales en las mujeres.